jueves, 23 de enero de 2014

Todo en vida...de muerto ya para qué¡¡¡

¡¡¡TODO EN VIDA... DE MUERTO,YA PARA QUE¡¡¡

Una de las expresiones que siempre  repite doña Linda (Mamá Linda como suele llamarla su nieto Matías de tres años) es “...Todo en Vida y agrega con sabor a reproche “… de muerto ya para que”. La verdad es que siempre encuentra la ocasión para repetirla y si es a ritmo de música, lo dice bailando al compás de los Viajeros del Ecuador. Le letra de este pasacalle  se reza así: “En vida que me quisieras/ de muerto ya para que/ hay todo se ha da quedar. //Si acaso me llegue el destino/ de partir ya de este mundo/a nadie molestaré/a nadie invitaré/hay todo se ha de quedar.// Y cuando vayas cholita/al cementerio querido / y me halles en una tumba / no vengas por mi llorar / en vida hubiera querido / que llores por mi cariño / de muerto ya para que/hay todo se ha de quedar. // En vida que me quisieras / de muerto ya para que /de muerto ya para que//.

Y no podría ser de otra manera. El tiempo que recorremos los seres humanos por esta tierra, por esta época de la civilización que nos ha tocado vivir es cada vez menos. Sin embargo, ya no es cuestión de cantidad, sino de calidad; “calidad de vida” es otra de las frases de Mamá Linda. Estas dos expresiones: “todo en vida” y “calidad de vida han calado tanto en los hijos de Mama Linda que estos años son de una conciencia total de su presencia, de su existencia física aún entre nosotros. Y es que podemos certificar un embarazo y  calcular aproximadamente la fecha de nacimiento de un nuevo ser, pero nos es imposible lo contrario, sospechar siquiera el día de nuestra partida a otras moradas.

Imagen de la piscina en el Royal Decameron. (Tumbes-Perú)
Moradas terrenales I: Royal Decameron Punta Sal (Tumbes)

Felizmente, si podemos visualizar y calcular fechas para visitar moradas terrenales que en algunos casos podrían ser consideradas un paraíso. Así las cosas, nuestra querida Mama Linda tuvo su experiencia de fin de año 2013 al adelantar vacaciones en el espectacular Royal Decameron. Su acompañante, mi hermano menor Nilton Cesar, el último de los tres. Al regreso de su viaje, escuchar “su” relato era como figurarse escuchar a un narrador de cuentos; estaba simplemente maravillada, feliz.

La ubicación de este espacio en tierras peruanas: carretera Panamericana Norte Km. 1190, Zorritos - Tumbes. Teléfono +51 72 596 730.

Moradas terrenales II: La sierra de Ayabaca - Lagunas (Piura)

Con sabor a broma, el que escribe estas líneas, no tuvo arena, piscina y mar, sino  parajes "terrenales", de aquellos en donde e forjan los hombres. El 2 de enero del 2014 Mama Linda enrumbaba de nuevo a otras moradas, esta vez, por su tierra natal y acompañada por su hijo mayor, el que escribe estas líneas. A estas alturas de mis palabras, ya habrán notado que tan en serio nos hemos tomado la expresión “...todo en vida.

El viaje ha sido desde todo punto de vista, una experiencia maravillosa, un descubrimiento y reencuentro con personas e historias por mí hasta entonces no imaginadas. 

Piura, su serranía, el trigo y otros destinos 

Piura fue desde siempre el departamento más emocionante, es la tierra de mis padres,  así que la oportunidad para conocer esta tierra fue bienvenida.
El departamento de Piura tiene 8 provincias de las cuales “pusimos pie” en Piura, Paita, Morropón, Sullana  y Ayabaca. De Piura mismo visitamos su capital Piura y el distrito de Catacaos; de la provincia de Morropón conocimos Chulucanas, su capital; de la provincia de Sullana, su capital Sullana; de la provincia de Ayabaca, sus distritos de Paimas, Lagunas y el pueblo de Lanchipampa y finalmente,  la provincia de Paita, en cuyo  distrito Colán, la playa del mismo nombre nos dio la despedida. Y por si fuera poco, como quien dice “la del estribo” (otra expresión), nos detuvimos en Chichayo, visitamos el Museo del Señor de Sipán en Lambayeque y nadamos en la playa de Pimentel (yo), luego de un atrevido clavado desde el muelle.

Catacaos y el Seco de Chabelo
 Seco de chabelo preparado en restuarant Karimar's (Catacaos-Piura)
La ciudad de Catacaos se encuentra muy cerca de la ciudad de Piura, a solo 12 kilómetros equivalente a 20 minutos aproximadamente con un costo de viaje en auto de s/.2.50 Nuevos Soles.
·         La artesanía. En la calle Comercio se encuentra el centro de venta de las mejores artesanías de Catacaos. Como sabrán, en el año 1989, el gobierno de turno le otorgó el título de Capital Artesanal.
·         Iglesia San Juan Bautista, ubicada frente a la Plaza de Armas es, según los entendidos, calificada como una réplica de la Capilla Sixtina.
·         Comida: Vayan directamente al restaurant Karimar’s, av. Cayetano Heredia (Catacaos), a media cuadra de la Plaza de Armas, en la misma cera de la Iglesia San Juan Bautista. El seco de chabelo (plátano verde frito y molido con carne seca y aderezado con  aji panca, cebolla, tomate, sal) y el ceviche de cachema, simplemente espectaculares.

Piura, Ayabaca, Lagunas.

El distrito de Lagunas fue creado mediante Ley No. 10399 el 23 de febrero de 1946 y se encuentra  ubicado a 2,351 msnm, entre montañas, ríos y quebradas y que hoy tiene como alcalde al profesor Walter Aguilar Marchena. Por fin después de muchos años pude escuchar por boca de los “propios”, nombres que  durante toda mi infancia me sabían a fantasía: Huasanche, Naranjo de Matalacas, Pillo, Salvia, San José de Pillo, San Juan, Yapango Alto, Yerbas Buenas y el inolvidable Lanchipampa. 

Vista parcial del distrito de Lagunas (2,351 msnm), provincia de Ayabaca, Piura-Perú.( Foto:6 de enero del 2014)

Aquí Mama Linda, con sesenta años, bajando a una casita ubicada en la CC Lanchipampa luego de caminar cuarenta y cinco minutos desde la ciudad de Lagunas, por un camino aún mojado por las lluvias de enero. Yo era quien llevaba atrás la carga.

Mamá Linda por caminos recorridos hace más cuarenta y cinco años. (Foto: 6 de enero del 2014)
En lo personal, para quien tiene una vida costeña, llegar a la tierra de mi madre ha sido gratificante: comprobar que el Perú se levanta sobre andes y sobre estos, familias, historias, tradición. Tal vez no sea buena la metáfora, pero fue como entrar en una máquina del tiempo y mirar la trayectoria de un desequilibrio costeño a un equilibrio andino.

"Gente buena, gente linda"
Esta es la expresión de una persona de más de sesenta años aproximadamente que se nos aproximó de repente cuando estábamos cenando en los alrededores de la placita de Lagunas. Cuál no sería la sorpresa mía al escucharlo decir, confundido, el nombre de la hermana de mi madre cuando la miró, para luego darse cuenta de quien era. Es decir, este señor de poncho verde tenía el recuerdo de las hijas de Don Elesban de hace más de cincuenta años y entre risas y mirada sincera no dejaba de decirnos: "gente buena, gente linda".
Ciudadanos de Lagunas, en la Plaza Central. (Foto: 7 de enero del 2014)

En esta época del año, enero 2014, es tiempo de "invierno" y que se extiende por cerca de tres meses. Si usted,  hombre costeño, asocia los meses de enero, febrero y marzo pertenecientes a la estación del verano, pues aquí la naturaleza le rompe ese esquema: en Lagunas y alrededores, estos meses son "tiempo de lluvia", de alegría, ¿la razón?, se puede sembrar. Hay felicidad en los hombres y mujeres de estas alturas con la llegada de la lluvia, felicidad que se comparte en familia con un buen desayuno: un plato con mote, yuca y su porción de chancho....desayuno también de Mamá Linda.


Un dialogo de altura
- "Ahí viene el cholo  contento con su poncho - dice Alberto al ver a Teodoro caminar por la plaza a la vez que lo invitaba a acercarse a la puerta de la iglesia donde nos protegíamos de la lluvia.
- El es Teodoro, primo de tu padre - señala Alberto al tanto que mi rostro muestra sentimientos únicos de alegría, sopresa.
- ¡¿y desde dónde viene Ud - le pregunté.
- pues de aquí como a cinco horas - respondió.
- ¡¿y que movilidad toma Ud.? - pregunté mientras todos los que nos acompañaban rieron.
- Vá, caminando nomás - respondió.
Ya mientras avanzaban los minutos y el buen vino acompañaba nuestra alegría, don Teodoro empezó a reconocer en mi rostro la imagen de mi padre (su primo).
- Ve, si ahí está la cara de Gelacito - dijó.
Caí en la cuenta de que el viaje ya no era solo de acompañar a Mamá Linda, sino de que también me tenía reservado momentos como este.
- A mi regreso a esta tierra para el día de fiesta, ¿podríamos conocer su tierra y la de mi padre?
- Claro que sí - respondió rápido y a lo cual agregó - y nos vamos caminando con fiambre de tortillas y queso ahumado.
Al rato tuvo que marchar Teodoro de regreso a su pueblo. Lo acompañaba su alforja, su fiambre, su siempre sonrisa y la seguridad de caminar por laderas de las lomas que conoce bien a sus setenta y cinco años. 


Todo en vida, palabras iniciales.

Finalmente tuvimos que partir  de regreso a la capital. El viaje nos dejó una experiencia inolvidable. Mamá Linda  pudo disfrutar de la compañía de su hijo mayor por cerca de veinte días. Entre bromas le decía que eso compensaba muchas cosas a lo que me respondió: "te he llevado durante nueve meses, doscientos setenta días aproximadamente y si quieres ser justo y equitativo con tu madre, me  debes como mínimo doscientos cincuenta días". Felizmente una sonrisa acompañaba estas palabras, pero no olvidaría su pedido.

¿Cuánto tiempo le dedicamos a nuestra madre?, ¿la invitamos a salir a pasear?, ¿conversamos con ella tomando un café frente al mar?, ¿la sorprendemos con un regalo?, ¿le festejamos el día de su cumpleaños? o simplemente ¿la escuchamos? Y es justamente este viaje el que ha posibilitado, luego de “convivir” las 24 horas del día con ella, un especie de segundo nacimiento. Ahora era ella como una hija, a veces como una niña a la que cuidar, proteger y sobre todo escuchar. Mamá Linda ya no tiene que “cargar”, ahora solo pide.

Finalmente, es un placer inmenso ver a Mamá Linda disfrutar ella misma de tantos años dedicados a la formación de sus hijos. Ahora ella tiene su propio espacio, sus amigas, sus lecturas, sus tejidos, su voluntariado en el hospital Sergio E. Bernales ayudando a los pacientes, sus viajes programados como los no programados al interior de país. Mamá Linda no tiene que cuidar nietos, Mamá Linda disfruta de su compañía cuando la visitan todos los fines de semana  y comparte con sus tres hijos, en la mesa del desayuno, mote, yuca con queso y el inconfundible sango. Mamá Linda ha sabido mantener la comida de su Lagunas en la mesa capitalina así como también su música, música que también bailamos sus hijos.

Todo en vida, todo mientras podamos seguir viendo el amanecer de un nuevo día, tal como lo sigue viendo Mama Linda.

Mamá Linda viendo el amanecer de un nuevo día y de seguro programando su próximo viaje.... en esta tierra, en esta vida.

Con amor infinito y eterna GRATITUD.

José Antonio.






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