“Dicen que la mujer
es sexo frágil, que mentira tan absurda”
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Mujer, clara vocación amorosa, maternidad eterna. |
A
mí que me gusta la guitarra, toco en tonalidad de sol mayor el acompañamiento
para la letra que sigue “…y yo que hago
parte de la rutina de una de una ellas, sé que la fuerza está con ellas; cómo
es fuerte la que yo conozco, su sabiduría no tiene precio….”
Después
de haber dedicado tiempo a muchas relaciones (mal llamada “vida amorosa”), he
caído en la cuenta que el AMOR no son palabras, pasiones, arrebatos, promesas,
llanto, dolor, sacrificios, decepciones, ilusiones, alejamientos autoimpuestos,
fatalidades del destino, etc. Y es que en muchas personas, estas respuestas son consecuencia del
hecho que se encuentran “buscando el amor”, que están “deseando el amor”.
¿Error? Sí. Error y horror dado que
“buscan” fuera de uno, buscan un amor externo. Y lo más curioso, buscan amor en
vez de expresarlo. Es mejor, es saludable, es vital decir como Buda “Tú mismo, tanto como cualquiera en el
Universo entero, mereces Tu Amor y Afecto”. Brillante. Este amor es un
dialogo consigo mismo y ahora sé que si uno está enamorado de la persona que se
es, entonces tu vida se convierte en una constante oportunidad de manifestar tu
amor a los demás. Como dicen, la puerta del entendimiento se abre desde dentro.
Y justamente ese entendimiento lo he tenido como una epifanía en estos últimos
meses en mi mejor curso de capacitación en esta tierra, estar al lado de quien
meció la cuna, mi madre. Un aprendizaje transversal, una enseñanza sobre el AMOR.
El
estado delicado, muy delicado de Mamá Linda ha hecho que, con una ayuda del
Universo, pueda dedicarle cerca de 16 horas diarias. Volver a nacer, volver a
la escuela diaria de la avena con quinua y leche, el orden y la limpieza, el jabón para el
aseo, el agua para las plantas, la música para el alma, la lectura para el
crecimiento. Una precisión, soy ahora quien prepara el día para ella.
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Mamá Linda, liderando nuestro caminar.
(Rumbo a casa de Alberto, en Lagunas, Piura) |
Miró
en mi archivo de experiencias y tengo ya a la mano los innumerables viajes que
hicimos juntos por los pueblos del Perú
y Ecuador, los viajes en bus, camión, lanchas, camionetas, las cenas de a pie,
en mercados, en ferias, las celebraciones de mi cumpleaños en alturas andinas,
las noches en que las estrellas nos hacían sentir todo y nada a la vez, las caminatas
que aperturaban los diálogos más sinceros y la evidencia del cambio de roles:
ahora era yo el hombre que escuchaba a mamá, el que la esperaba, el que la
cuidaba en noches de montaña con solo la luna como lumbre. Ahora era el
confidente, el amigo, el receptor de tus sueños. Nos enamoramos del Universo y
aprendimos a tener todos los días el sentimiento de GRATITUD.
Siempre
Mamá Linda cuestionó no haber tenido una educación formal. Sin embargo, cada
conversación que he tenido con ella refleja su práctica autodidacta al estilo del Amauta Mariátegui de quien sintió admiración por superar su estado físico en silla de ruedas.
Como dice ahora, “estaré mal del cuerpo, pero no de las neuronas”. Su gusto
por la lectura la he disfrutado cuando luego la escuchaba en el desarrollo de su exposición, la escuchaba
y la quería. Y desde luego que la quiero (palabra esta que discutimos leyendo a
El Principito en el clásico dialogo entre El Principito y la rosa); la quiero en
su espacio cuando la veo reinar sobre sus cosas: sus libros, pupiletras, sus
tejidos o bordados, sus Sanjuanitos ecuatorianos, sus carnavales ayacuchanos de
los Gaytan Castro, sus huaynos de Los Errantes y recientemente el Son Huasteco en las voces del trío femenino Las Palomitas Serranas. La quiero cuando te indignas con
los noticieros por las mañanas y coincides con el argentino Piero cantando “y todos
los días y todos los días, los diarios publicaban porquerías”.
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Damas Voluntarias en el Hospital Colllique. |
¿Motivos
para Quererte? La verdad es que siempre se ha querido a ella misma y yo la he
querido por eso. Así las cosas, te quiero cuando le dices a tus amigas que “no
sean tontas”, que se liberen de los esposos y sobre todo de las palabras de los
sacerdotes. En este punto me agradeces el haber puesto en tus manos la obra de
Gonzales Prada “Horas de Lucha” y haber coincidido con él en el artículo “Las
esclavas de la Iglesia”. Luego de que te calmas (la verdad nunca lo haces en
temas de religión), pones tu mirada en Ciprianito e invitas a las presentes a
que “piensen” y actúen. Y justamente pensando y actuando un día te decidiste ir
al Hospital Sergio E. Bernales para atender a aquellos enfermos que no tenían visitas. Empezaste
sola tu “voluntariado” e inspiraste a muchas buenas mujeres que se convirtieron
luego en la comunidad de “Damas Voluntarias”. Aquel espíritu inquieto, inquieto también en tus
manos y tus pies, te llevó varios años a irte sola y después con amigas, a los
pueblos de la serranía donde constatabas que taita estado no llegaba. Alistabas
tus maletas con ropa que recolectabas, tabletas de chocolate y panetones.
Tenías Fé y sin más partías con una sonrisa en el cuerpo entero. ¿En el cuerpo
entero? Si. Luego que descubriste mi libro sobre los Chakras, hiciste tuyo el
conocimiento de que somos energía y que todo el cuerpo puede sonreír. Para
variar, el cuerpo tiene los mismos componentes del Universo en su esencia, así
que te sentiste conectada al mismo. Quedó claro entones: el AMOR no es "algo" que se espera recibir o depender de persona alguna, el AMOR es una conexión personal, un estado de conciencia, un FLUIR desde uno hacia los demás, hacia la VIDA MISMA
Ahora
que te veo en tu más humana condición, en tu cercanía a ser parte de la energía
cósmica, más intensa es mi admiración a ti y a tu Ser Mujer. Siempre tuviste un vaso de agua o vino para la visita y tu generosidad llegaba a compartir tu mesa como muestra de tu
amistad, de tu DAR. Decías que la comida la preparabas con la mejor vitamina,
la vitamina A, AMOR. Y si de música se trata, tu emoción es grande cuando escuchas La era está pariendo un corazón de Silvio Rodríguez:
Debo dejar la casa y el sillón, la madre vive hasta que muere el sol,
y hay que quemar el cielo si es preciso,por vivir,
por cualquier hombre del mundo, por cualquier casa.
Al igual que Joaquín Sabina, “que la muerte te pille
bailando”. Total, todo en vida siempre ha sido tu bandera, “si me lo van a dar,
que me lo den en vida, de muerto ya para qué”.
Así
que, en vida, en tu vida, le escribo estas líneas y concluyo con la letra del inicio:
"dicen que la mujer es sexo frágil, que mentira tan absurda"
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Como dice la canción: "cuatro hombres dependientes y carentes de tu fuerza mujer". |
GRACIAS MAMÁ LINDA. Este es un breve homenaje a Su persona.
Gracias porque inclusive hasta en la foto nos dejas señalando con el índice El CAMINO.
Gracias por verte maravillada al compartir la lectura de los PRINCIPIOS de la REVOLUCIÓN POSITIVA: la Efectividad, Aspectos Constructivos, el Respeto, la Autosuperación y la Contribución.
GRACIAS MAMÁ.
Con AMOR
José Antonio Chumacero Calle.