ÉTICA A NICÓMACO
“Los
hombres son arqueros que buscan el blanco de sus vidas.”
(Aristóteles)
Alejandro
Magno, quien fuera rey de Macedonia desde los 20 años (336 a.C.) hasta el año
de su muerte (323 a.C) tuvo como maestro al filósofo Aristóteles. Se sabe que
el rey Filipo de Macedonia dispuso que su hijo, el príncipe Alejandro, tuviera
una formación intelectual y científica a manos de Aristóteles desde los trece
años de edad. Durante los siguientes cinco años, Alejandro fue instruido en los saberes
de filósofo griego: lógica, política, ética, estética, retórica, biología,
metafísica, etc., asegurando así la preparación del discípulo que estaría
llamado a suceder en el trono del reino Macedonio. En efecto, Alejandro Magno ascendió al trono a los 20 años y se hizo dueño de un imperio que se extendió desde Grecia hasta la India. Murió a los 32 años y "ningún otro hombre fue capaz de mantener unido el imperio que había creado." (Sheppard:2011)
En
una versión actual, Alejandro Magno tuvo sus cinco años de educación secundaria
con su instructor Aristóteles; sus clases, de seguro muchas de ellas al aire
libre, fueron tal vez replicas de las que Aristóteles escuchaba de su maestro
Platón en la Academia y en la que estuvo durante veinte años. Tal vez sea este
el caso más emblemático de la relación discípulo-maestro que nos haya dejado la
historia y que, desde luego, nos provoca muchas reflexiones. Permítanme
considerar solo unos puntos:
a.-
Aristóteles tenía plena conciencia de a quien estaba enseñando y del papel que
tendría que asumir el joven Alejandro como heredero al mando del reino de
Macedonia.
b.-
Desarrollos conceptuales, contenidos profundos de todas las ramas del saber que
Aristóteles poseía era una condición necesaria pero no suficiente para el
futuro rey del Macedonia.
c.- La formación del carácter y el equilibrio entre lo
físico, mental y emocional harían de Alejandro digno de llevar el sobre nombre
de Magno.
d.-
El desarrollo del gusto y valoración por el arte fue también una prioridad en su formación.
ÉTICA A NICÓMACO
Con
este nombre llega a nosotros la obra de Aristóteles escrita en el siglo IV a.C.
La obra en sí consiste en diez libros y extiende su análisis a la relación entre
la felicidad, la virtud y el carácter. Esta obra constituye uno de los
fundamentos (junto con la tradición cristiana) de la ética occidental. No
existe al día de hoy universidad que no incluya en su malla curricular la materia
de “Ética” o “Ética Profesional”. Ética a
Nicómaco es en esencia filosofía práctica.
Los
temas sobre los que reflexiona Aristóteles son amplios: el bien y la felicidad, la
naturaleza de la virtud ética, la fortaleza y la templanza, las virtudes intelectuales,
la justicia y las leyes, la amistad y la excelencia, así como la libertad y la
responsabilidad.
A
continuación, les dejo algunas sentencias de Aristóteles extraídas del libro Ética
a Nicómaco. La separación entre proposiciones ha sido tomada de la obra de Ramón
(2014).
SOBRE
LA FELICIDAD
1. Los
hombres son arqueros que buscan el blanco de sus vidas.
2.
En
realidad, vivir como hombre significa elegir un blanco -honor, gloria, riqueza,
cultura- y apuntar hacia él con toda la conducta, pues no ordenar la vida a un
fin es señal de gran necedad.
3.
Lo
que está claro es que la felicidad no está en la pura diversión, y que solo hay
felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego.
4.
Personalmente
estoy de acuerdo con quienes piensan que la felicidad consiste en la virtud,
sin olvidar que necesitamos bienes materiales, pues es muy difícil hacer algo
cuando se carece de recursos. Y entre los recursos, los amigos y las riquezas.
5.
La
felicidad debe asentarse en una vida guiada por la virtud, capaz de crecerse en
la adversidad, del mismo modo que el buen general es capaz de lograr la
victoria en circunstancias muy adversas.
LA
VIRTUD Y LOS HÁBITOS
6. El
hombre íntegro se complace en las acciones virtuosas y siente desagrado por las
viciosas, lo mismo que al músico le deleitan las buenas melodías y le molestan
las malas.
7.
Los
importante no es saber qué es la virtud, sino cómo se conquista. Pues no nos
conformamos con saber lo que son el valor y la justicia, sino que queremos ser
valientes y justos.
8. Toda
virtud es un hábito, una costumbre que se adquiere mediante la reiteración de
actos semejantes. Es lo que sucede con cualquier aprendizaje: para dominar un
instrumento musical hay que practicar, y para ser constructor hay que
construir.
9.
Adquirir,
desde jóvenes, tales o cuales hábitos, no tiene poca importancia, ni siquiera
mucha: tiene una importancia absoluta.
10.
Si
la conducta no necesitase de la educación y la costumbre, no habría ninguna necesidad
de maestros, pues todos seriamos buenos o malos de nacimiento.
11.
Para
ser bueno no basta querer. Tampoco basta saber. Si no se realizan muchos actos
buenos, nadie tiene la menor probabilidad de llegar a ser bueno.
LA
EXCELENCIA
12.
El
hombre íntegro hace muchas cosas en favor de sus amigos y de su patria, hasta
dar la vida si es preciso. Estará dispuesto a renunciar a las riquezas, a los
honores y a cualquier ambición, si fueran incompatibles con una conducta noble.
13.
El
que solo es capaz de cosas pequeñas y las pretende es modesto, pero no
magnánimo: la magnanimidad implica grandeza.
14.
Hemos
hablado de cada una de las virtudes. El que consigue practicar todas,
manifiesta una excelencia que llamaremos nobleza. La nobleza es la virtud perfecta,
y consiste en vivir según el principio rector.
Una sentencia final con respecto a la educación en familia:
" la mejor educación se logra en el seno de la familia, gracias a la palabra y a las costumbres del padre, porque los hijos aman a sus padres y les obedecen por naturaleza".
Con afecto para mis amigos "aprendices de brujos"
José Antonio Chumacero Calle.
Gerente en Brothers Consultants
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
[1] AYLLÓN, José (2011). Ética. Aristóteles. 2da. edición. Madrid:Ediciones Palabra.
[2] SHEPPARD, Ruth. (2011). Alejandro Magno. Guerras. Madrid: Libsa.
Todas las citas se reconocen como propias de la bibliografía consultada.