miércoles, 31 de agosto de 2016

EL DIOS DE SPINOZA

EL DIOS DE SPINOZA
Ser Uno con la Naturaleza

La denominada Era Moderna (según la periodificación tradicional) nos presenta a tres pensadores considerados como racionalistas: Descartes, Spinoza y Leibniz. Sin embargo, los tres consideraban a “Dios” como parte de sus sistemas de pensamiento.

Baruch de Spinoza (1) nació en Ámsterdam el año 1632. Procedía de una familia judía española y que por sus opiniones religiosas fue expulsado de la sinagoga, en estricto, de la comunidad judía de Ámsterdam. Tampoco le fue bien con el cristianismo. Por orden del jefe de la Iglesia Católica le censuraron su libro Ethica ordine geométrico demonstrata, algo así como Ética demostrada según el orden geométrico. Falleció a la edad de 44 años.

A continuación, transcribo un texto atribuido a Spinoza (2) al cual me he permitido darle numeración a cada párrafo para apreciar mejor sus ideas.

El Dios o Naturaleza de Spinoza hubiera dicho:

1.“Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.

2. Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.

3. ¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa ¡. Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.

4. Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo. El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.

5. Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito…¡No me encontrarás en ningún libro!

6. Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?
Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te crítico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.

7. Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias… de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios puede hacer eso?

8. Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti.

9. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.

10. Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.

11. Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro. Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.

12. No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir. Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?… ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?…

13. Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.

14. Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?… ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.

15. Deja de complicarte las cosas y de repetir como un loro lo que te han enseñado acerca de mí.
Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?

16. No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en ti”.

Con afecto para todos mis amigos
José Antonio Chumacero Calle.
(04:01 de la mañana y está lloviendo)
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(1):MARÍAS, Julián (1974). Historia de la Filosofía. 26ta. Edición. Madrid: Revista de Occidente S.A.
(2) http://muhimu.es/ciencia-tecnologia/einstein-spinoza/# Fecha de consulta: martes 30 de agosto del 2016

miércoles, 17 de agosto de 2016

TODO TIENE SU TEMPO


"Todo tiene su tiempo, y TODO LO QUE SE QUIERE debajo del cielo TIENE SU HORA”.

Siendo niño curioso y con gusto por la lectura, tuve la oportunidad un día de quedarme en la biblioteca de los hermanos jesuitas, quienes me acompañaron durante toda mi educación primaria. Disfruté de personas muy calmadas y ahora que lo recuerdo, sobrios y muy cultos. Los domingos después de la misa, siempre encontraba un momento para seguir descubriendo nuevos libros. Era realmente maravilloso. Fue así que en una de mis pesquisas encontré juntos: El Corán, en cuya portada tenía dibujada un mandala, el Bhagavad Gita (¡cómo no olvidar esas imágenes ¡), el libro del Tao Teh Ching de Lao Tsé, edición que contenía las grafías chinas en una página y en la siguiente la traducción al español. Finalmente, dos libros cuyas imágenes me sentaron: El Libro de los Muertos (de la época de los faraones egipcios) y un tomo grande de The Wisdom of China and India, de Lin Yutang y que algunos años después, caminando por el Paseo Colón a una cuadra del Museo de Arte de Lima, encontré la versión en castellano en dos tomos, Sabiduría China y Sabiduría Hindú, cuya primera edición data del año 1945 y que los adquirí con gran emoción.

Cuando un día de primavera (como los que se aproximan en estos meses), haciendo mis numerables preguntas a un hermano de la compañía llegamos al tema de la vida y la muerte, resumió la tarde con un muy seguro tono de voz: “todo tiene su tiempo…tiempo de nacer, y tiempo de morir…”. Para él desde luego había quedado todo claro y felizmente para mí, también. La vida la entendía, la entendía en el sentido de que tomaba consciencia de que estaba vivo, pero la muerte no. De repente tuve la sensación de querer experimentar la muerte, pero primero quería saber sobre ella. Recurrí entonces al Libro de los Muertos. Me quedé con la impresión de que se trataba en el fondo, de un libro para los que aún seguían vivos. Se me imaginó que la frase bíblica “todo tiene su tiempo…” finalmente estaba bien.

Hoy, revisando literatura encuentro y podría decir que vuelvo a sostener lo que de pequeño intuí, que la mencionada obra es también, un texto para los que están en el tiempo de estar vivos.

Así, las preguntas a las que se enfrentaba el fallecido en el Amaunet eran:
·        ¿Aprovechó el difunto la vida para ser capaz de vivir de nuevo después de la muerte?
·        ¿Desarrolló el difunto un fuerte carácter como para continuar con su personalidad?
·        ¿De verdad está espiritualmente abierto el corazón de la persona fallecida?
·        ¿Cuántas semillas de eternidad plantó el fallecido en su vida terrenal?
·        ¿Realizó el fallecido suficientes esfuerzos para superar los límites físicos?
·        ¿Hizo el fallecido una realidad de las palabras de la verdad en cada día de su vida, poniéndolas en práctica? (Seleem 2004:21)

Si la muerte es un hecho, como también los años que pasan y que no somos como las pirámides de Egipto que no le temen al tiempo, entonces si es vital SER, ESTAR, en estos tiempos de existencia.

Es cierto, “Todo tiene su tiempo, y TODO LO QUE SE QUIERE debajo del cielo TIENE SU HORA”. 

Pregunto en consecuencia, ¿SABES LO QUE QUIERES? Si es sí, entonces VE POR ELLO y disfruta de la felicidad, de TU FELICIDAD.

No lo olvides, VE TRAS ELLO y se le sumas la alineación de tus Pensamientos y Emociones, entonces EL UNIVERSO responderá.

Con afecto:
José Antonio Chumacero Calle. 

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(1)SELEEM, Ramsés (2004). El libro egipcio de los Muertos. Ilustrado. Madrid: Editorial EDAF.